
En las islas se empalma prácticamente el final de la Navidad (6 de Enero) con las fiestas patronales, 17 de Enero en muchos pueblos y 20 en otros y Palma, por lo que el número de días laborables disminuye, incluida las ganas de ir al gimnasio. Además, se junta otra situación importante respecto al consumidor: No hay un puñetero duro, y de cada vez menos.
Esto, unido a la situación actual de las islas de cierto exceso de competencia, hace que el mes de Enero, el que parece una bomba de relojería, sea uno de los más tontos del año. Así que si eres empresario y tienes una instalación, no te alarmes de seguir viendo el gimnasio con tranquilidad (para el usuario, porque para el empresario comienzan los nervios), ya que todavía nos quedan unas semanas para la traca pre-estival.
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