El pasado 16 de abril tuvo lugar el marco de conferencias del Foro GanaSalud, dirigido a establecer un debate activo sobre las principales preocupaciones actuales en materia de salud preventiva y actividad física.
Elena Conde y Esmeralda Mata (gerente y directora de formación de FEDA)
asistieron a este acto del que destacaron la presentación del Dr. Michael Pratt acerca del impacto económico de la inactividad física. Tanto Elena como Esmeralda señalaron la importancia que tiene el aporte de datos concretos en relación a un tema que no debería pasar desapercibido para las autoridades en materia de deporte y salud: el coste de la prevención es sin duda mucho menor que el coste que tiene para la salud pública una vida sedentaria y la falta de hábito de ejercicio, que puede paliarse con una mayor educación en la materia y con un mejor acceso a la práctica de actividad física de la mano de técnicos cualificados.
Esmeralda quiso llamar la atención sobre algunos de los datos expuestos en la conferencia según los cuales los costes económicos de la inactividad fisica se encuentran entre un 1% y un 5% del total de costes de asistencia sanitaria, cifra que sitúa a la actividad física y la salud como un factor relevante en materia de salud pública, y a la vez decisivo para influir sobre las politicas gubernamentales.
Según estos datos, Esmeralda también destaca que
una de las principales conclusiones es que cualquiera que sea el tipo de intervención o estrategia de promoción de la salud todas ellas son rentables en contraste con el coste de perder un hábito saludable. En cuanto a la pregunta ¿que tipo de intervención es mejor? el experto responde que hay que ofrecer a la sociedad todas las estrategias posibles, no se decanta por una sino que en su opinión lo mejor es ofrecer variedad.
Como conclusión, las representantes de FEDA valoraron especialmente la idea final del Dr. Pratt que insiste en
la necesidad de aumentar los estudios de investigaciónen este ámbito y mejorar la rigurosidad de los mismo, a la vez que se trabaja para incrementar la implantación de programas de actividad física en la sociedad.
En cuanto a la presentación del Dr. Pratt, reproducimos a continuación la nota de prensa del FORO GANASALUD y el acceso a su presentación:
Michael Pratt analiza para el Foro GanaSalud el impacto económico de la inactividad físicaEl Dr. Michael Pratt, investigador del Centro para el Control de Enfermedades y la Prevención del Gobierno de los EE.UU. (CDC) y colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS), departió sobre el Impacto económico de la Inactividad Física en el marco de las Conferencias del Foro GanaSalud (www.foroganasalud.es).
El impacto actual de la inactividad física (tanto en términos de prevalencia como de incremento de los costes sanitarios y sociales)
es comparable a los efectos negativos del tabaco (en el que se invierten muchos recursos económicos desde las Administraciones para prevenir y/o reducir el consumo) o a los de una alimentación excesiva e inadecuada (en donde ocurre lo mismo).
A partir de esta realidad, Pratt incidió en la importancia tanto de la política como de la economía en la prevención de enfermedades crónicas abogando por la organización de equipos multidisciplinares para abordar problemas complejos en materia de salud pública.
También destacó la rentabilidad de las actuaciones destinadas a aumentar la actividad física.
A la pregunta de por qué aplicamos el análisis económico dio cuatro razones: porque es importante aumentar los buenos resultados, porque es preciso entender que, con los recursos invertidos, los beneficios aumentan de manera exponencial, porque los recursos son limitados y es preciso tomar decisiones complicadas en cuanto a la forma de asignarlos y porque la economía es importante para quienes deciden.
En cuanto a datos, resaltó que los gastos médicos suponen 330 dólares menos en personas activas que en personas inactivas sin limitaciones físicas y que el ahorro potencial en costes asciende a 29.200 millones de dólares en 1987 76.600 millones en 2000.
Sobre los estudios realizados, se desprende que los costes derivados de la inactividad son importantes en todos los países en los que se ha valorado este factor. Además, la proporción de costes médicos debidos a la inactividad es similar en los EE.UU., Brasil, Canadá, Australia y Europa (1 - 5%). Por tanto, conviene reducir la inactividad, tanto para la salud como para la economía.
Asimismo, los estudios presentan una serie de lagunas y limitaciones entre las que destacan:
Hay muy poca información sobre los costes derivados de la inactividad en países con rentas medias y bajas. Dependemos de los datos sobre población para obtener los costes de AF y gastos médicos. Las diferencias entre los sistemas de asistencia sanitaria no permiten establecer comparaciones, en términos absolutos, entre países. Y, sólo algunos estudios han incluido los costes indirectos y los relativos a la productividad.
Por todo ello, Pratt recomienda el análisis del coste de la inactividad para elaborar el caso de la AF como tema principal en materia de salud pública. Al mismo tiempo, en los países que cuentan con datos registrados pero tienen pendiente el cambio de enfoque (de salud pública a prevención de las enfermedades crónicas) el estudio de los costes puede ser una herramienta decisiva para influir en la política. Además, destaca que los datos de costes indirectos, productividad, absentismo y presentismo son también importantes.
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