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miércoles, junio 24, 2009

Deberes del técnico o Personal Trainer


Vamos a realizar un pequeño trabajo de recopilación sobre los deberes más importantes que hemos considerado en una relación contractual entre entrenadores personales y sus clientes, de los que también hemos considerado interesante proponer una serie de obligaciones (el que paga, manda… hasta cierto punto). La misma queda completamente fuera de aspectos técnicos (que ya hemos tratado en alguna ocasión y que, por supuesto, seguiremos realizando) así como está abierta a vuestras propuestas y observaciones (que se pueden realizar a nuestro mail lifestudiobaleares@gmail.com).

DEBERES DEL TÉCNICO O PERSONAL TRAINER:

Limitar las expectativas del cliente: Personalmente, creo que lo primero que deberíamos hacer es un ejercicio de sinceridad tanto con los propios clientes que nos contratan como incluso con nosotros mismos y no lanzar planes y objetivos que queden claramente fuera de su alcance. En muchas ocasiones, el miedo a perder un cliente (más en estos tiempos que corren) hace que a veces engañemos a estos con expectativas irreales.

Comunicación constante con el mismo: Y no nos referimos a darle conversación, sino a mantener un continuo feed-back entre uno y otro respecto al trabajo, a las modificaciones que se quieran hacer e incluso a la hora de tener que comunicar cosas incómodas, como que el cliente no esté cumpliendo con lo expuesto.

Actitud profesional: En todo momento debemos actuar como entrenadores que cobran un precio muy elevado por una hora de servicio. Salvo en casos excepcionales por emergencias no llevaremos el móvil en funcionamiento (al menos en silencio), no entablaremos conversación con otros clientes mientras duré la sesión ni abandonaremos repetidamente nuestro puesto o lugar de trabajo. Además, por salud profesional recomendamos que la relación cliente-técnico no pase de lo estrictamente laboral.

Evaluación constante: Normalmente se suelen hacer las mediciones (desde pesar hasta pruebas de esfuerzo) al principio y al final del plan contratado, cuando sería bastante interesante llevar un seguimiento mucho más regular de todos los objetivos establecidos.
Prescripción válida: Nuestra planificación debe ir totalmente establecida por los objetivos marcados por el cliente así como los acordados entre ambos. Es decir, además de fines estéticos, nosotros como profesionales también debemos aportar, de manera consensuada, otros con nuestro cliente en los que creamos interesantes o necesarios para su salud.

Puntualidad máxima: Decía aquel que “nadie es lo suficientemente bueno como para arreglar una falta de puntualidad” ni “nadie puede demostrar su valía si no está presente”. Además, debemos recordar que nuestro trabajado está pautado por horas de servicio en la que en más de una ocasión el cliente debe ajustar horarios de otras actividades.

Atención exclusiva: Ya lo hemos hablado anteriormente en la “actitud profesional”. Debemos ser conscientes de diferenciar al máximo el servicio de Entrenamiento Personal al típico de instructor de sala y explicación de tablas, sobre todo en las instalaciones donde conviven ambos sistemas, y un punto clave en el mismo es este: El cliente va a ser el centro de atención en esa hora (o duración de la sesión) del entrenador y éste es imprescindible que no haga otras tareas mientras se realice el entrenamiento.

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