
El Diario Sport publica hoy en contraportada el resultado de una redada policial en contra del consumo de esteroides y anabolizantes en gimnasios. Aúnque me quedo completamente con la primera impresión redactada por David Rubio, autor de la nota:
"El culturismo es, no nos engañemos, uno de los deportes que peor prensa tiene, víctima de la hipocresía y, en algunos casos, de las envidias. La sociedad critica a los culturistas que se ‘machacan’ en el gimnasio y cuidan con mimo su alimentación, pero no ve tan mal vicios como el tabaco o el alcohol. Eso sí, se trata también de una disciplina en la que la política contra el dopaje es, cuando menos, laxa."Y en mi opinión no puedo estar más de acuerdo. Se machaca mucho al culturista de competición por tomar sustancias que, en muchos casos, son tomadas en casi cualquier otro deporte de alto rendimiento, sólo que sin los resultados físicos tan excesivos. Eso sí, lo que no es posible es ver la cantidad de chavales veinteañeros (en algún caso ni eso) que ciclan simplemente para salir de marcha más rajao y grande y asisten a gimnasios donde el instructor está más cerca de ser un camello (vender las cajitas de Winstrol, Estanozolol, étc. con un margen de beneficio grande y rápido, dinero fácil vamos) sin preocuparse lo más mínimo del chaval, que al fin y al cabo es su cliente.
¿Resultado? Gente que con varios ciclos se vuelve violenta, alteraciones de testosterona, patologías óseas y cardiovasculares... seguramente porque ni han sido avisados por sus proveedores ni han llevado un control médico de los populares ciclos, cosa que normalmente sí ocurre con los culturistas de competición.
A todo esto... ¿por qué tanta doble moral? ¿por qué tanta hipocresía? Hasta el administrativo de oficina se dopa dentro de sus límites (el típico que a las 10 de la mañana ya lleva 10 cafés en el cuerpo). Muchos ciclistas de regional toman sustancias prohibidas (por lo que me parto cada vez que se habla de que han pillado a uno en una gran vuelta) y el fracaso del atletismo no fue cazar a Ben Johnson, sino no hacerlo a los otros 7 finalistas de Seúl...
Aún así, en mi opinión es razonable cierto consumo de esteroides (que también son medicamentos), anabolizantes, Gh, étc. en alta competición, donde se busca el máximo rendimiento, pero el descontrol y la desinformación del gimnasio de barrio (donde van a parar gran parte de estos proyectos de culturistas) hace entrar en peligro a muchos jóvenes y, sobre todo, se carga de mala fama a uno de los deportes sin duda más duros: EL AUTÉNTICO CULTURISMO.